miércoles, 16 de septiembre de 2009

Adicciones

Los adictos, a menudo, no se dan cuenta de que lo son.
No voy a hablar sobre drogas, eso creo que ya lo tengo muy leido, y, mejor, pensado. He sido lo bastante sensata para decidir que las drogas no las quiero tomar y que no quiero acabar como tantas veces me advirtieron en la escuela.
Hablo de otro tipo de adicciones.
De las que no nos damos cuentas, que pasan inadvertidas en su consumo rutinario. Como tomar café, chocolate, un cigarrillo de Marlboro. En mi caso, es adicción al café progresivamente superada. No son solo sustancias... Internet. Aqui esta mi adicción mas lamentable y problematica.
Triste pero cierto. No puedo estar un dia sin conectar el 'maravilloso' mundo del Messenger, entrar en foros, y con menos interés el Facebook o el Tuenti. Y lo peor es que lo intento y seguir frente a la pantalla me resulta frustrante. Pero ¿Que puedo hacer? En el refugio de la red encuentro cosas que me interesan, y no me auto-obligo a soportar personas que solo tienen en comun un 1% de lo que podria considerarse alguien afin a mi. (No me refiero a un clon)
Seguire intentandolo, dejarlo, al menos un poco... Pero se que caere de nuevo.
Me entra el mono...

1 comentario:

  1. Muy interesante la manera en que escribes y/o razonas. Me acerqué hasta tu blog después de leer el comentario que has dejado en el mío(El post que habla de la muerte...)

    La verdad que me has dejado pensando... No me sonó a sermón, pero me ha ayudado muchísimo a ver la muerte desde otro punto de vista!

    Aclaro que yo tampoco le tengo miedo, al menos no tanto como al hecho de perder a los míos o de abandonarlos sin antes poder decir adios.

    Respecto a este post quería comentar que nadie está libre de vicios (como tampoco de pecados :), la idea es no abusar de ellos. Mientras no afecten tus prioridades no hay problema…

    Mi vicio es leer… Me encanta tanto leer que dejo a un lado mi meta principal (escribir). Tengo una novela, una biografía, un cuento y más argumentos esperando que sean escritos. Y cuando me dispongo a hacerlo cae a mis manos como por arte de magia otro libro.

    En tu caso te aconsejo que no dejes de escribir, sobre todo esas palabras que se dicen no escritas.

    Un Beso!

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